Juegos infantiles al aire libre

Te proponemos algunas ideas de juegos infantiles al aire libre


Apostar por los juegos infantiles al aire libre no solo es divertido sino también saludable. Este tipo de juegos estimula el conocimiento del entorno y las sensaciones de los niños, mejorando sus relaciones interpersonales e incitando el trabajo en equipo. Además, son perfectos para estimular la autonomía y, según afirman los expertos, promueven la creatividad y la imaginación infantil.

Lo mejor es que los niños no necesitan muchos juguetes para jugar fuera de casa ya que existen muchísimas actividades que pueden disfrutar en un entorno natural. Te proponemos algunas ideas muy divertidas para que tus hijos disfruten durante este verano.

Cinco juegos infantiles para disfrutar fuera de casa

  1. El escondite. Se trata de uno de los juegos infantiles al aire libre más tradicionales. Para jugar se necesita como mínimo tres personas, una de ellas será elegida para que se quede en el punto de encuentro, se le vendarán los ojos y deberá contar hasta el número diez. Durante ese tiempo, el resto de los participantes deberán buscar un escondite y cuando la cuenta haya finalizado, el “elegido” saldrá a buscar al resto. La idea es que cada participante escondido intente llegar, sin ser visto, hasta el punto de encuentro. Si el “elegido” encuentra a algún participante, este tomará su lugar, de lo contrario, el “elegido” tendrá que volver a vendarse los ojos.
  2. Tirar de la cuerda. Es uno de los juegos clásicos en grupo al aire libre. Se necesitan como mínimo 4 personas, quienes se dividirán en dos equipos, siempre con la misma cantidad de participantes. En el suelo se traza una línea que divida el terreno en dos campos. Para empezar a jugar, los grupos deberán colocarse a ambos lados de la línea, sosteniendo la cuerda con sus manos y, a la cuenta de tres, comenzarán a tirar en sentido contrario; es decir, cada grupo hacia su campo. El propósito es atraer al equipo contrario del otro lado de la línea, de manera que gana quien lo logre primero. Es un juego que estimula la fuerza y la resistencia física.
  3. Policías y ladrones. Es uno de los juegos populares más conocidos, de hecho, es probable que recuerdes cuando lo jugabas de chico. Las reglas son muy sencillas, se deben formar dos equipos: un grupo de policías y otro de ladrones. A la señal de inicio, el grupo de ladrones debe correr a esconderse mientras que los policías esperan un tiempo prudencial antes de salir a buscarlos. Los policías deben buscar a los ladrones en sus escondites y, si los encuentran, ganan el juego. Si los ladrones logran escapar de sus escondites y consiguen agruparse, ganan el juego.
  4. Las estatuas. En este juego pueden participar todos los niños que lo deseen. Un jugador se queda frente al resto, a una distancia de aproximadamente cinco metros, y les da la espalda. El resto de los jugadores deberán avanzar hacia él, haciendo el menor ruido posible. Quien ha quedado al frente puede voltearse hacia el grupo en cualquier momento y los demás deberán ponerse en modo “estatua”, en la posición que hayan quedado. Si el jugador de enfrente “atrapa” a alguien moviéndose, dirá su nombre y tendrá que regresar al punto de partida. Gana quien primero logre llegar a la espalda del jugador que está colocado delante del grupo.
Carrera de sacos. Para este juego todo lo que necesita son algunos sacos y un espacio al aire libre con una superficie llana. El juego consiste en introducir ambas piernas en un saco que cubra al menos hasta las rodillas y, sujetándolo con las manos, llegar saltando hasta la línea de meta. Habrá caídas y el avance será muy lento, pero lo más importante es que los pequeños se divertirán muchísimo. Gana quien primero llegue a la línea de meta sin salirse del saco.
Actividades infantiles al aire libre

Una de las opciones más divertidas y saludables para los niños durante el verano son las actividades infantiles al aire libre. Se trata de una oportunidad única para pasar tiempo en familia, a la vez que suelen ser muy económicas y entretenidas. Además, como normalmente no es necesario planificarlas con mucho tiempo de antelación, son una excelente opción cuando fallan otros planes.

Cinco opciones para disfrutar con los niños de la naturaleza

  1. Camping y rutas. No importa si se trata de una ruta urbana o en medio de la naturaleza, a los niños les suele motivar la mera perspectiva de pasar todo un día con sus padres, descubriendo lugares nuevos. De hecho, se trata de una actividad infantil perfecta porque satisface al pequeño explorador que todo niño lleva dentro. Cuando le permites descubrir nuevos rincones, también potencias su creatividad y fantasía. Además, tendréis muchas alternativas entre las cuales elegir: puedes organizar un día de senderismo, preparar un picnic en un parque cerca de casa o incluso acampar cerca de algún lago y pasar un fin de semana diferente en familia.
  2. Excursión a la playa. Cuando llega el verano y los termómetros suben, no hay mejor plan que darse un chapuzón en el mar. De hecho, se trata de una actividad que toda la familia disfrutará muchísimo, no solo los niños. Afortunadamente, en España hay muchas localidades de mar, por lo que solo tendrás el problema de elegir. No obstante, asegúrate de que los niños estén vigilados en todo momento, que no se expongan al sol durante las horas de más calor y de que lleven crema protectora.
  3. Visita parques temáticos. Los parques temáticos son una opción excelente para disfrutar con los niños al aire libre. De esta forma, los pequeños no solo se divertirán sino que también podrán hacer nuevos amigos y aprender sobre diferentes temas. Lo ideal es no imponer el parque, sino dejar que sea el niño quien elija. Sin embargo, puedes guiarle y despertar su curiosidad, proponiéndole sitios diferentes que hagan alusión a las ciencias o la historia, por ejemplo.
  4. Deportes al aire libre. La práctica de deportes al aire libre no solo es una alternativa muy sana para disfrutar del verano, sino también divertida. No obstante, ten siempre en cuenta que para los niños el deporte debe ser un juego, no una obligación, y que no debes exigirles demasiado. Por eso, es conveniente practicar deportes en familia, como el ciclismo, el senderismo, la escalada o el tenis.
  5. Juegos al aire libre. A veces ni siquiera es necesario planificar actividades específicas para pasar un rato con los niños fuera de casa, basta salir unas horas en la tarde al parque más cercano y dejar que los pequeños jueguen con sus amigos. Hay juegos tradicionales como la rayuela o la gallinita ciega que continúan deleitando a los más pequeños. Los mayorcitos pueden apostar por juegos en equipo, como el fútbol o el baloncesto. Recuerda que los niños que tienen más espacio para moverse consumen más energía y, como resultado, duermen mejor y equilibran su estado de ánimo.

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