Cómo tomar el sol sin peligro
Cada vez somos más conscientes de cómo afecta el sol a la piel. Lo que puede parecer una simple quemadura solar puede convertirse con el tiempo en un problema más grave, porque recordemos: la piel tiene memoria. Frente a esta mayor concienciación, hay mucha gente que se pregunta cómo tomar el sol sin poner en peligro su salud. Si nos lo proponemos podemos exponer nuestra piel reduciendo al máximo el riesgo de sufrir algún daño, tan solo debemos tener en cuenta una serie de aspectos.
Elige las horas más bajas
Uno de los principales problemas cuando nos disponemos a tomar el sol es que lo hacemos en las horas donde el sol es más intenso. Cuando nuestra piel entra en contacto con los rayos ultravioleta, se inicia un mecanismo de defensa mediante el cual la piel aumenta la producción de melatonina para oscurecerse y protegerse del sol. Sin embargo, cuando el sol es muy intenso este mecanismo no es suficiente, por lo que nuestra piel se quemará. Por ello, elige las horas en las que el sol no es muy fuerte: por la mañana y al atardecer, concretamente, antes de las 11h de la mañana y después de las 16h de la tarde.
Utiliza protección solar
La forma más eficaz de prevenir los daños que provoca la exposición al sol es evitar el contacto de este con nuestra piel. Sin embargo, es inevitable que en las épocas donde el sol es más frecuente acabemos tomando el sol o realizando alguna actividad al aire libre. La crema solar es una de las mejores opciones para evitar el daño de los rayos ultravioleta en nuestra piel. Pero no basta solo con aplicarse protección solar, sino que debemos tener en cuenta algunos aspectos para tomar el sol sin peligro:
- Elige la crema solar más adecuada según tu tipo de piel. No utilices protección menor de 15.
- Aplícate crema 30 minutos antes de tomar el sol y después de cada baño.
- Trata de que el fotoprotector cubra la superficie de la piel de todas las zonas del cuerpo expuestas a la luz solar.
- Utiliza crema solar incluso cuando el sol no te da directamente.
Utiliza otros métodos de protección solar
La crema solar es una forma eficaz de tomar el sol sin peligro, sin embargo, puede no ser suficiente. La piel del cuero cabelludo también puede verse resentida por los rayos ultravioletas, y aún más en las personas que tienen poco pelo o son totalmente calvas. Proteger la cabeza con una gorra o un sombrero es fundamental para evitar posibles insolaciones, golpes de calor y otros efectos de la exposición prolongada al sol. Asimismo, nuestros ojos también pueden verse perjudicados, por lo que utilizar gafas de sol que protejan de los rayos ultravioleta es otro de los requisitos para tomar el sol sin peligro. Además, utilizar una sombrilla también es muy recomendable, ya que te permite refugiarte del sol en cualquier momento.
Modera el tiempo de exposición
Para tomar el sol de forma segura y sin peligro, no basta con dotarnos de todos los métodos para proteger nuestra piel. Los beneficios de tomar el sol son reales, puesto que nos aporta vitamina D que fortalece los huesos, mejora el aspecto de nuestra piel, disminuye la presión sanguínea, y reduce el colesterol. No obstante, estos efectos positivos desaparecen cuando el tiempo que permanecemos bajo el sol es muy alto. Por ello, de nada servirán todos los consejos anteriores para tomar el sol sin peligro si permanecemos muchas horas con nuestra piel expuesta al sol.
Cuida tu piel después de tomar el sol
Otra forma eficaz de cuidar nuestra piel y reducir los peligros de tomar el sol es aplicar algún hidratante o "after sun". Después de exponernos al sol, nuestra piel tiende a estar más seca y corremos el riesgo de que se descame. Esto no debería suceder si se han tenido en cuenta los consejos anteriores para saber cómo tomar el sol sin peligro. Sin embargo, nunca está de más una protección extra, por lo que tras un día en el que hemos estado al aire libre, es bueno aplicarse alguna crema hidratante.
Cuida tu alimentación
La capacidad de producir melatonina de nuestro cuerpo puede estimularse consumiendo determinados alimentos que facilitan la producción de esta sustancia. Así pues, nuestra dieta puede ayudarnos protegernos del sol y reducir el peligro que conlleva. Alimentos como el tomate y la zanahoria son ricos en caroteno, por lo que facilitan la producción de melatonina. Además, los alimentos ricos en vitamina B y E evitan la deshidratación y la descamación, además de prolongar el bronceado. Estos alimentos son los pescados y legumbres.
Evitar el uso de productos con alcohol
Los desodorantes, perfumes y cosméticos producen manchas por el llamado efecto fototóxico. El alcohol y otras sustancias que contienen estos productos pueden irritar la piel al estar en contacto con el sol y producir irritación, quemaduras, además de la presencia de manchas. Por ello, es recomendable no aplicarse ninguno de estos productos para tomar el sol sin peligro de que aparezcan algunos de los efectos nombrados.
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