Cómo escribir una novela histórica

Las novelas históricas son uno de los géneros favoritos de los lectores porque les permiten no solo pasar un buen rato, sino también aprender sobre cómo se vivía en el pasado. Para los escritores es un género que permite explotar épocas en las que existían muchas más posibilidades de conflictos dramáticos, aunque es también uno de los más difíciles porque el contexto de la obra es más exigente. Si quieres aprender a escribir una novela histórica,

Instrucciones

1. Lo principal es tener claro qué género quieres que siga tu novela. La novela histórica puede combinarse con alguno de esos géneros.
2. Lo que diferencia a una novela histórica es su contexto, la época en la que se desarrolla la acción. Antes de empezar, decide cuándo va a transcurrir la historia y acota muy bien el período. Puede que una diferencia de 100 o incluso de 50 años parezca poca cosa, pero lo cierto es que la forma de vida de la sociedad cambia mucho, incluso en menos años.
3. Lo mejor es quedarse con un período de tiempo que se conozca bien o con el que se esté mínimamente familiarizado a la hora de escribir una novela histórica. Si no sabes nada sobre la Edad Media, piensa que escribir una novela ambientada en ese período será mucho más difícil.
4. Investiga y documéntate. Si quieres escribir una novela histórica debes saber sobre qué estás hablando. Lee libros de historia sobre el período, pero sobre todo biografías, diarios o cartas de personas que vivieron en ese momento y que te explicarán cómo era la vida cotidiana.
5. No olvides que a los lectores de novela histórica no les gustan los anacronismos, así que intenta ser respetuoso con la época sobre la que hablas. No es necesario que te conviertas en un esclavo de la historia. La ficción es ficción y no un manual académico, pero ten cuidado para no salirte en exceso de lo que podría o no ser posible en el momento narrado.
6. Y explota el potencial de la época. Los conflictos que puede suponer para una historia una época del pasado son mucho más variados. Piensa que, por lo menos, no te costará nada deshacerte de los personajes: una enfermedad poco importante de la actualidad podrá servirte en tu novela histórica para deshacerte de ellos cuando ya no los necesites.